Significa que primero tenemos enviar una señal vibratoria con la misma frecuencia que aspiramos recibir.
Con la misma frecuencia y con la fuerza suficiente para hacer vibrar las cuerdas del Universo que nosotros elegimos.
Y no es una fuerza física.
Más bien, es una fuerza de intención, el poder de la magia de convicción de un actor que logra crear un mundo aparte sobre las tablas de un escenario…
Gracias
Gracias a ti!!!