Vemos un ejemplo. Érase una niña, su padre tenía una tienda. Y todos los domingos, cuando la tienda estaba cerrada, él estaba acostado en el sofá y sufría terribles migrañas. No decía nada, pero eso era necesario. Como resultado, la niña se formó la convicción de que
hay que pagar un precio demasiado alto por tener un cierto bienestar económico, la salud se está deteriorando por el dinero.
Otro ejemplo. La niña vio cómo su padre siempre tomaba pastillas antes de ir a trabajar. Debido al estrés severo, él desarrolló una úlcera, y ella creyó que
es debido al trabajo duro que las personas se enferman y arruinan su salud.
U otra historia. El padre de la niña trabajaba constantemente, ella prácticamente no lo veía y estaba muy aburrida. La niña decidió:
“No viviré así cuando crezca, no quiero esto para mis hijos. Mejor me convierto en ama de casa, el dinero no es importante para mí”.
Ya en la edad adulta, entiende que no todo es tan simple: se necesita dinero para pagar las facturas, el tratamiento y los gastos del hogar. Pero cuando era niña, la niña creía que
en la búsqueda de dinero, las personas sufren mucho.
Entonces, parecía creer que
el deseo de dinero es malo, que el dinero solo interesa a las personas malas.
Tales creencias se forman inconscientemente.
La siguiente situación. El niño ve a su padre quedarse sin dinero, no hay suficiente dinero para su madre, y aparece la convicción:
“El dinero siempre se va, nunca hay suficiente”.
El padre trabaja duro, pero nunca hay suficiente dinero en la familia. El niño comprende que incluso el trabajo duro no trae suficiente dinero. Entonces,
“no tengo la capacidad suficiente para tener más dinero”.
Los padres se pelean por el dinero, experimentan ansiedad y estrés, se forma la convicción:
“Muchos problemas surgen por el dinero”.
Otra creencia tóxica:
“Para hacerse rico, debe hacer sufrir a los demás”.
Los pensamientos están detrás de él:
“Cuando me hago rico, otras personas sufren, no solo mis familiares sufren por falta de atención, sino también personas que no obtienen este dinero. Cuando obtengo más, otros sufren porque no hay suficientes recursos para todos”.
Te contaré otro caso de la vida. Cuando una de mis amigas era muy chica, su madre le dijo una vez que tenía demasiados juguetes y ropa, y se los dio a otros niños. Incluso les dio su muñeca favorita. Después de eso, la niña decidió que no quería nada, porque cuando se lo quitan, se vuelve muy doloroso.
Surgió un fuerte bloqueo. Ella puso su propio negocio, y no tuvo éxito. La razón es la creencia limitante:
“No quiero tener nada, porque cuando me lo quiten, será insoportablemente doloroso para mí”. Y cuando no tienes nada, entonces no hay dolor.